¡Vaya bien que lo pasamos en Rodezno!
Un año más, y van 7, en Rodezno se ha celebrado el Día de los Calaos en el que los habitantes de este pueblecito de Rioja Alta abren sus tradicionales bodegas subterráneas, los calaos, donde elaboran tradicionalmente sus vinos y los guardan fresquitos todo el año. Fue uno de los días más calurosos del verano así que os podéis imaginar ¡que se estaba mejor dentro que fuera!
Fuimos visitando uno tras otro y probando sus caldos, alguna cosita que nos daban de picar y disfrutando de su hospitalidad, ante la que me quito el sombrero, ¡vaya gente más "maja" la de Rodezno!
Empezamos por el calao de Antonio, donde su hija Lorena nos sacó vino de la barrica y tengo que decir que fue el mejor de todos. Entre otros visitamos a Javi, del restaurante Casa Paco, y nos dio a beber del porrón, ¡donde mejor sabe el vino!
En la calle, el calor se sobrellevaba si la emprendedora Verónica te daba un masaje con vinoterapia...
Hubo pisado de la uva, raciones de choricillo asado, artistas, catas comentadas y hasta un puesto para apadrinar árboles.
Y para poner la guinda, "la Reme" nos puso una comida riojana para chuparse los dedos.
¡El año que viene repito!
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