La verdad que me hacía ilusión lucir el modelito una vez, espero que no sean más, ya tengo la foto, jeje.
Mis méritos, dos: no escribir en la pizarra que había puesto enzimas en un depósito y que se me cayó el termómetro dentro de una barrica.
Ya veis que no es el fin del mundo, es divertido.
Aprovecho para contaros el tema de la puntualidad.
El trabajo empieza a las 7 am y todos nos reunimos en "la sala de arriba". Hermann, cellarmaster, nos lee unas líneas de un texto para reflexionar el resto de la jornada. El libro que está leyendo ahora es de Wayne Dyer. Después nos comenta el trabajo del día y el reparto de tareas.
Todos debemos estar antes de las 7 o'clock! Si alguien llega tarde.... premio!
El pequeño quasimodo se quedará mirando al tardón durante todo el meeting ofreciendo una capsulita de vitaminas, por si aún está dormido. Se apunta el nombre y a la tercera falta, el tardón debe comprar una tarta para todos! Aún no hemos tenido tarta, os aseguro que todo el mundo llega super puntual. Yo llegué un día tarde, ahí veis mi nombre apuntado y desde entonces llego siempre la primera (es verdad)
Un abrazo a todos desde South Africa!
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