miércoles, 11 de agosto de 2010

Fiestas de la Blanca con Onda Vasca

¡Buenas tardes queridos sibaritas! como dice nuestro amigo Luis Etxebarría, de Onda Vasca.
El viernes me trasladé a Vitoria para seguir informándoos de todas las actividades gastronómicas y culturales del verano.
La mañana comenzó soleada, para alegría de los vitorianos, que habían comenzado las fiestas con un poco de frío. El ambiente ya estaba animado por la calle Dato, con las terrazas llenas y desfile de gigantes, cabezudos y las tradicionales charangas. Luego unos pintxitos ayudados de unos vinos de Rioja Alavesa para llegar al programa con alegría! Atención a los contertulios: Patxi Lazcoz, Alcalde de Vitoria, Xabier Aguirre, Diputado General de Álava, Aitor Buendía, Jefe de Prensa, Patrice Houssiaux, un amigo francés, y una servidora. La intención no era hablar de política sino de las fiestas.
Hablaron del programa de fiestas y luego la conversación se desvió un poco a la polémica actual de las corridas de toros. ¿Toros sí, toros no? Ahí hubo que mojarse claro, y hay argumentos de las dos partes. Los hay que defienden a los animales y consideran las corridas y encierros como una tortura para el toro, y sin embargo otros defensores dicen que sin la tauromaquia los toros se extinguirían y quedarían sólo en el zoo. Mi opinión es que a mí no me gustan las corridas de toros, no le encuentro la diversión y veo que el animal sufre. Creo que es una cultura de tradición que va a ir desapareciendo por pura evolución. Pero también veo que ir a los toros es un acto social que une a amigos y familias, y veo alegría con las bandas de música y las carrozas. Entonces ¿cuál sería la solución? Desde luego que podemos encontrar otra afición a la que trasladar esa alegría de las cuadrillas y donde se pueda pasar el porrón y acompañar a la banda de música.
Siguiendo mi disfrute de las fiestas, al atardecer me llevaron... ¡al Circo! Aquí también podríamos crear polémica con los animales, aunque en este caso yo me quedo con la ilusión reflejada en los rostros de los niños y los buenos recuerdos de mi infancia.
Amigos, el debate está abierto, ¿toros sí, toros no?¿circo sí, circo no?
¡Hasta la próxima fiesta!

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